Me imagino cuántas veces estiras tu espalda, o bajas la mirada y tocas tu cabeza estando en el escritorio, trabajando, estamos cansadas, la semana se nos hace larga, queremos ir a casa, pero de repente espera más trabajo allá, sólo desearías un poco de tranquilidad, ese tiempo para sentirte y respirar sin todo eso alrededor. Si tú, como yo estás con estrés, o con esa tensión aprendamos a relajarnos, nada perdemos probando:
Pasos
1 Relajación:
Respira profunda y lentamente tres o cuatro veces, sintiendo que inflas y desinflas suavemente tu abdomen.
Respira profunda y lentamente tres o cuatro veces, sintiendo que inflas y desinflas suavemente tu abdomen.
2 Enfoca tu atención en tus pies. Percíbelos en todas sus dimensiones. Imagina y comienza a sentir que pesan más y más. Permite que se relajen.
3 Comienza a subir imaginariamente por tus piernas, atendiendo a cada parte hasta percibirlas totalmente, para luego imaginarlas y sentirlas pesadas: tobillos, pantorrillas, rodillas muslos.
Continúa subiendo por tu cadera, glúteos, genitales, abdomen y cintura, repitiendo el procedimiento.
5 Luego sigue con tu espalda, hombros, brazos y manos.
6 No te apures, tómate tu tiempo para sentirlos e imagina y siente como pesan y se relajan.
7 Ahora viaja a través de tu cuello, el cuero cabelludo, tu rostro, el interior de tu cuerpo.
9Visualización: Imagina una brisa luminosa y transparente que rodea tu cuerpo.
10 Al ritmo de tu respiración, introdúcela suavemente en tu pecho hasta que calme tus ansiedades.
11Lleva la pacífica brisa al interior de tu cabeza y siente cómo despeja tus tensiones mentales.
12 Derrama suavemente la brisa luminosa desde tu cabeza hasta tu cuello y déjala descender hasta bañar todo el interior de tu cuerpo, hasta llegar a tus pies.
13 Goza la sensación de la brisa luminosa hasta sentirte revitalizado, fresco y limpio en tu interior.
14 Cuando lo decidas, deja que la brisa se escurra por los dedos de tus pies y comienza a moverlos suavemente.
15 Recupera lentamente el movimiento de tus músculos, desperézate, estírate, bosteza y sonríe, hasta finalmente abrir los ojos, completamente relajado y con mucho menos stress que al comienzo.
Importante
Las técnicas de relajación y visualización requieren de cierta práctica hasta brindar los mejores resultados. Repítelas con frecuencia y esfuérzate por incorporar cada vez con más detalle, zonas inexploradas de tu cuerpo que dejarán de ser el depósito de las tensiones diarias.
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